El buscar máximas en lo que se refiere a setas es bastante complicado, por no decir imposible, por no decir muy peligroso. Durante años, en varios lugares, se impusieron unas pautas que te indicaban con total seguridad que la seta que habías encontrado era comestible o tóxica, creencias que certificaban la comestibilidad de la seta o setas encontradas, máximas que seguramente han hecho pasar malos ratos a muchos, incluso, posiblemente, la muerte de algún buscador que se creyese esas leyendas que han corrido durante tiempo sin ninguna base científica. Estas sentencias, creo, que ya han pasado, pero siempre, aún puede haber alguien que venda estas formas antiguas para saber si una seta es comestible o no. Enumero alguna de las que conozco, tienes que tener claro que ninguna de ellas es cierta: cocer las setas con la cuchara o elemento de plata y si se pone negra la plata es que son tóxicas, la cuchara nunca va a indicar, se ponga o no negra, que la seta en cuestión sea comestible, tampoco es cierto que las setas comidas por animales sean comestibles, eso sólo indica que el animal que se las come tolera bien esta seta, cosa que no asegura que el ser humano las tolere de la misma manera, que la sal o el vinagre matan las toxinas es totalmente falso, tampoco tienes que fiarte de recolectar año tras año en el mismo lugar sin fijarte bien en lo que recolectas, se han dado casos de ir cada año al mismo punto y recolectar los champiñones y un año resulta que en el mismo lugar han salido amanitas blancas (los champiñones nunca tienen las láminas blancas ni volva). Con eso quiero dejar claro que nunca te has de fiar de ninguna máxima respecto a las setas, te aseguro que no existe ninguna norma general para identificar las setas comestibles de las tóxicas, ni que huelan bien, ni siquiera que sepan bien, ni nada.
En
todo caso hay normas generales en algunas especies, por ejemplo las
Rusulas que no pican o que no tengan sabor amargo son comestibles,
los Lactarius que segregan leche roja o naranja al corte son
comestibles o que los champiñones que huelen a almendras amargas o
anis son comestibles. Pero claro, para poner en práctica estas
normas tienes que estar muy, muy seguro de saber distinguir lo que
son las Rusulas, los Lactarius o los champiñones (tanto la confusión
de los champiñones con Amanitas blancas, como la de las Rusulas con
la faloides pueden ser mortales).
Casualmente
creo haber descubierto una máxima (jiji) y a todo experto que se la
he comentado se ha quedado pensativo y no ha sabido contrariarme, no
la voy a decir porque para que sea cierta 100% tendría que hacer una
investigación muy profunda de todas las especies existentes y
seguramente incluso haciéndola nunca se llegaría a analizar todas
las setas que existen para poder afirmar al 100% que esta norma tiene
un carácter general (yo no la pongo en práctica, no me fío).
Sniff. Pienso enviar la cuestión a alguna universidad que se
dediquen a esos temas. Creo.
Los
champiñones son una seta que ha llevado a confusiones nefastas, si
quieres saber mucho de champiñones silvestres hay una publicación
muy buena respecto a los Agaricus (champiñones), un trabajo
excelente y muy instructivo de Antonio Miguel Reyes Soto. Muy
recomendable, excelente trabajo
http://es.calameo.com/read/0014987810a89ae4c2505
Recuerda
que hay setas mortales y otras muchas muy tóxicas. Si no conoces
bien la seta que tienes delante no la recolectes (en todo caso
sepáralas de las que sepas que son comestibles) y sobre todo no te
la comas. Cuida bien lo que recoges, sólo elige los ejemplares
perfectamente sanos, la mayoría de las intoxicaciones por setas son
debidas a la ingestión de ejemplares de setas comestibles en mal
estado. Si quieres aprender más sobre nuevas especies, coge 3
ejemplares enteros (de distintos tamaños) de las setas que no
conozcas y mételas en papel de plata (evita que se junten con las
setas seguras que llevas en la cesta) y muéstraselas a un experto
(llévalas a una asociación micológica). No salgas solo al bosque.
Lleva el móvil con carga. El mercado suele ser un lugar seguro donde
conseguir sétimas.