lunes, 5 de octubre de 2015

Clytocibe alexandri, una seta poco recolectada y muy común.





Cuando paseas por el bosque hay varias setas, depende el lugar, que no es costumbre ser recolectadas por los autóctonos, estas setas en ocasiones son comestibles y en muchas de ellas (las ocasiones) son incluso muy buen comestible. Estas setas muchas veces las recolecto (las que conozco al 100%). Hoy voy a hablar de una de ellas, pero son muchas (iré presentándolas). Este verano hubo un momento de eclosión bestial en Ndcqocb, no parabas de ver coches y gentes, elegí un pequeño bosque donde no había gente y recolecté varios robellones, después me acerqué al lugar dode más gente se movía y cogí pie de perdiz, Macrolepiotas, champiñones augustus y haemorrhoidarius, Hydnum albidum, boletus anillado y alguna otra cosica. Eso me ha pasado en otros lugares con otras setas como el pie azul o el Clytocibe alexandri, de este último es del que voy a hablar. El alexandris es una seta que raramente se recolecta, se encuentra normalmente en terreno calcáreo y aguanta bien las bajas temperaturas, suele salir en grupos y su tamaño es considerable, además de tener bastante carne y da juego en la cocina. Muy común.

Clytocibe alexandri - Sombrero de 5 a 15 cm, de color marrón-grisáceo-beig, oscureciéndose paulatinamente con la edad, habitualmente con manchas concéntricas, marrón más oscuro, bien marcadas. El borde se mantiene enrollado largo tiempo. Su cutícula (pielecilla que cubre el sombrero) es facilmente separable. Sus láminas son arqueadas, de color más claro que el sombrero, se van oscureciendo hasta volverse ocres, claramente marrones en la vejez, decurrentes. Pie macizo, es también marrón aunque más mate que el sombrero y más claro, de longitud similar al diámetro del mismo, es estilo goma, por lo cual no es comestible, cuanto lo arrancas sale con mucho micelio pegado a él. Carne de color ocre, bastante espesa, esponjosa, sabor dulce, su olor es semejante al comino muy suave o algo así, en todo caso muy característico .

Receta: 300 g guisantes (habas pequeñitas también valen), 1 huevo duro, 1 cebolla roja mediana-pequeña, 200g de alexandris (sólo los sombreros), un poco de harina, 1 hoja de savia muy picada.
Pones una cazuela con aceite - le echas la cebolla picada, dejas que coja color - añades la harina y remueves - al minuto los guisantes, la salvia y las setas limpias y cortadicas – cubrir con agua o caldo de verdura – dejar cocer hasta que los guisantes estén tiernos – pon sal a tu gusto y por último el huevo duro rallado.



Recuerda que hay setas mortales y otras muchas muy tóxicas. Si no conoces bien la seta que tienes delante no la recolectes (en todo caso sepáralas de las que sepas que son comestibles) y sobre todo no te la comas. Cuida bien lo que recoges, la mayoría de las intoxicaciones por setas son debidas a la ingestión de ejemplares de setas comestibles en mal estado. Si quieres aprender más sobre nuevas especies, coge 3 ejemplares enteros (de distintos tamaños) de las setas que no conozcas y mételas en papel de plata (evita que se junten con las setas seguras que llevas en la cesta) y muéstraselas a un experto (llévalas a una asociación micológica). No salgas solo al bosque. Lleva el móvil con carga. El mercado suele ser un lugar seguro donde conseguir seticas. 

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