Salí
a pasear, aquel día sin Lucía, yo era inexperto y conocía pocas
especies. Me metí por una parte del bosque que estaba muy empinada y
empecé a encontrar muchos robellones, la mayoría de ellos atacados
por Hypomyces
Lateritius, este es un hongo que los ataca formando una película
blanca dura que acaba con sus láminas, incluso influye en el
crecimiento del robellón, dándole, en ocasiones, unas formas muy
raras, perdiendo totalmente su forma de seta. Los robellones atacados
por el Hypomyces Lateritius, en algunos lugares se le llama la madre
del robellón y tienen la creencia que es la que hace que salgan, eso
no tiene ningún soporte científico, también se comenta que es más
sabroso que el que conserva sus láminas. En aquel momento aún no
tenía muy claro si esos extraños robellones se podían comer, pero
los llevé a una asociación micológica y me aseguraron que eran
deliciosos, y lo fueron. Que me lío, que no quería hablar de estos,
que quería hablar de mi confusión cerebral que tuve por inexperto y... Ufff.
Iba yo subiendo y bajando por aquella pendiente forestal, cuando decidí cruzar el riachuelo de aguas cristalinas y pasar al más frondoso bosque de enfrente, siempre piensas que enfrente te irá mejor, crucé el río, no era fácil andar por el bosque, por lo cual decidí andar por la orilla de río, y cual fue mi sorpresa al ver un sombreo rojizo, precioso y perfecto, lo arranqué y vi un Boletus edulis, mis primeros edulis en solitario (sin Lucía), estaban entre la hierba alta, uno aquí, otro allá, era precioso, acabé de llenar la cesta de aquellos preciosos ejemplares de boletus y di por acabada mi jornada setera.
Iba yo subiendo y bajando por aquella pendiente forestal, cuando decidí cruzar el riachuelo de aguas cristalinas y pasar al más frondoso bosque de enfrente, siempre piensas que enfrente te irá mejor, crucé el río, no era fácil andar por el bosque, por lo cual decidí andar por la orilla de río, y cual fue mi sorpresa al ver un sombreo rojizo, precioso y perfecto, lo arranqué y vi un Boletus edulis, mis primeros edulis en solitario (sin Lucía), estaban entre la hierba alta, uno aquí, otro allá, era precioso, acabé de llenar la cesta de aquellos preciosos ejemplares de boletus y di por acabada mi jornada setera.
Al
llegar a casa limpié y me comí uno de los boletus (el más pequeño)
y unos robellones (los que tenían láminas). Al día siguiente llevé
mi recolecta a una asociación micológica y me dijeron lo del
Hypomyces Lateritius, y que mis edulis no eran edulis sino que eran unos
Leccinum aurantiacum. Dentro de lo malo son comestibles, pero ahora sé que no se parecian tanto como yo pensaba en aquella época. Cometí
dos errores, uno normal y razonable y sin peligro alguno, que fue
confundir una seta con otra, el aurantiacum con el edulis; el otro
error fue mucho más grave, fue comerme una seta de la cual no estaba
seguro 100%. Dentro del grupo de boletales son muy poco
los tóxicos, pero los hay, solo debemos consumir las setas que conozcamos
muy bien.
En
Polonia y Rusia es una seta muy recolectada y consumida, para mucha
gente de aquellas latitudes más valorada que los edulis (yo no
recuerdo su sabor). Es una seta que se suele congelar en crudo
o guardar en vinagre. Se puede cortar en láminas y saltear con ajo o
estofadas. Igual vuelvo al lugar donde las encontré y las vuelvo a
probar. Jiji.
Leccinum
aurantiacum: sombrero hasta
25 cm de diámetro, globoso y después convexo, margen delgado.
Cutícula
aterciopelada, roja, naranja, marrón. Esponja
blanca, en la madurez crema, parda. Pie
robusto,
alargado, blanquecino con escamas rojizas, marrones casi negras, más
apretadas en la base del pie. Carne
firme
que se ablanda con la edad, blanquecina, con la madurez gris rosa o
negruzca, azulea hacia la base. Crece
desde
verano hasta otoño en bosques de frondosas. Es comestible y no está
mal. Creo.
Recuerda
que hay setas mortales y otras muchas muy tóxicas. Si no conoces
bien la seta que tienes delante no la recolectes (en todo caso
sepáralas de las que sepas que son comestibles) y sobre todo no te
la comas. Cuida bien lo que recoges, la mayoría de las
intoxicaciones por setas son debidas a la ingestión de ejemplares de
setas comestibles en mal estado. Si quieres aprender más sobre
nuevas especies, coge 3 ejemplares enteros (de distintos tamaños) de
las setas que no conozcas y mételas en papel de plata (evita que se
junten con las setas seguras que llevas en la cesta) y muéstraselas
a un experto (llévalas a una asociación micológica). No salgas
solo al bosque. Lleva el móvil con carga. El mercado suele ser un
lugar seguro donde conseguir seticas.