Unas
cuantas normas que me he ido encontrando por mis viajes seteros: No
se pueden recolectar más de seis kilos de setas, pasar de esta
cantidad se considera aprovechamiento forestal y se necesita una
autorización especial. No se puede recolectar más de 4 kilos, no se
puede más de 5 ... Prohibidas las herramientas que escarben el
terreno, no sólo están prohibidas estas herramientas, sino
llevarlas encima durante la recolección. Prohibidas las bolsas de
plástico. Coto de setas, sacar licencia para poder recolectar,
obligado llevar navaja y cortar las setas que recolectes, no más de
3,500 kilos (¿cortar las setas?). Todas estas normas y muchísimas
más, son algunas de las impuestas en lugares de España según las
comunidades, incluso según zonas, en cada lugar varían
ostensiblemente.
Muchas
veces se han puesto estas normas como solución al problema de
recolección masiva de gente que incluso acampan en los bosques. Se
está imponiendo lo del pago para la recolección, pero esto no
supone un obstáculo para muchos de estos recolectores huidizos.
Además, mientras no haya un ley general, si te los quitas de un
sitio se van a otro y lo único que conseguimos es cambiar el
problema de lugar.
En
ocasiones los aficionados parece que salgamos a competir y a
llevarnos todo lo que podemos, veo fotos por facebook o blogs o me
enseñan en móviles de seteros mostrando unas cantidades impropias
(yo creo) de setas encestadas y … cuando le he comentado a alguno
¿para qué tanto? me dicen que tienen amigos o familia o cualquier
otra razón “razonable”. Bien. Igual cuando 12 personas están
cogiendo setas durante 3 ó 4 días seguidos es que tienen muchos
amigos. Pienso que tendríamos todos que atenernos a unas normas
iguales y precisas, tengamos mucha familia o amigos a cuales
regalarles o no.
La
cantidad de setas permitidas tendría que ser una de las normas
generales (expertos deberían debatir la cantidad adecuada y en
todo caso normas especiales para lugares especiales). Me parece que
no hace falta recolectar tanto y si no puedes regalar tantas, se
pueden comprar en el mercado, que de eso viven unos cuantos. Otra de
las normas que impondría sería el tamaño y eso sí que sería
fácil de detectar en los mercados y restaurantes. Lo del pago como
escusa para combatir a esta gente que se mete en los bosque en
grandes grupos y como he comentado antes, incluso acampan en ellos y
arrasan con lo que hay, no creo que sea una solución. Pienso que
sería más lógico que los inspectores de sanidad pidiesen facturas
en restaurantes, mercados y fábricas seteras a que la guardia civil
se dedique a perseguir a bandas de seteros por los bosques, muchos de
ellos son gente necesitada que ve en eso una manera de recaudar
vendiendo los edulis a precios muy bajos incluso a 3 o 1 € el kilo
a personas, que en ocasiones, son de la zona; en realidad esos
compradores son los que están haciendo el negocio y destrozando el
bosque desde su impunidad. Veo bien los controles que hacen, en algún
lugar, en carreteras de salida de bosques.
También
son un problema y conlleva peligro la compra directa de restaurantes
y tiendas a seteros no profesionales, no sería la primera vez que se
intoxican en un restaurante por comer setas tóxicas o en mal estado
(son necesario facturas, compra regulada, sólo a profesionales).
He
visto muchas veces expuestas setas con nombres equivocados o setas en
un estado lamentable, hay que tener en cuenta que la mayoría de las
intoxicaciones (se calcula que entre un 80 ó 90 %) son debidas a
setas en mal estado y no a setas tóxicas. Con eso no critico a los
tenderos y restauradores, que creo que a muchos les falta
información, sino que intento denunciar que es preciso una
regulación seria en este tema (cada año mueren alrededor de 40
personas y muchos otros precisan de trasplantes y otros muchísimos
se intoxican). Las setas son un producto que está muy de moda y eso
hace que para muchos vendedores sea algo novel y no saben (ni tienen
que saber, la seguridad y la información se la tiene que dar el que
se las vende), pero deberían ser cpnscientes de una cosa, saber que
se trata de un producto que se echa a perder en muy pocos días,
depende especies incluso horas. Vamos, que por baratas que las puedan
adquirirlas, deberían sopesar el comprar la cantidad que calculen
que pueden vender en cuatro o cinco días. Sobre todo de algunas
especies. Revisar cada día antes de sacarlas a la venta y deshacerse
de los elementos en mal estado.
También,
creo, que se precisa de una lista de setas en peligro de extinción,
en otros países existe, por ejemplo en Alemania se llama la lista
roja. En España etá claro que en el tema de regulación micológica
eprecisamos de una ley general clara y que afronte los problemas que
causan la manipulación, la compra-venta y la recolecta. Que cada
zona la ampliase según necesidades. O algo así. Y que todos las
obedezcamos. Somos demasiados en el bosque para andar como Pedro por
su casa. Uff. Otro día también hablaré de la mala convivencia (en
algunas zonas) entre cazadores y seteros. Eso se tendría que mirar.
El
salir a pasear al bosque o al campo con la familia o amigos y unas
cestas es una gozada. Creo que es bueno fomentar estos paseos
micológicos. Los que llevamos gente al bosque para aficionarles
somos responsables de enseñarles a respetar el entorno y las normas.
Todo
lo comentado en este escrito son pensamientos míos, que no sé si
son los acertados, pero tenía ganas de criticar algunas cosicas. Que
quede claro que tanto los que venden, como los que recolectan de
forma profesional tienen todo mi respeto. Que la gente que sale por
afición también. Pero si vas a un lugar donde está regulado y
tiene unas normas, pienso (y eso forma parte de la solución para
conservar el bosque y las setas) que tenemos que respetarlas al 100 x
100.
Creo
que va siendo hora de cambiar algunas cosas.
También
espero con ansiedad el día que todas las setas comestibles se puedan
cultivar, de esta manera no se arrasarán los bosques de forma
indiscriminada, serán las setas muy asequibles y no habrá peligro
de intoxicaciones. Creo. Mientras tanto aceptemos nuestra parte de
culpa y esforcémonos para portarnos bien en el bosque.
Recuerda que hay setas mortales
y otras muchas muy tóxicas. Si no conoces bien la seta que tienes
delante no la recolectes (en todo caso sepáralas de las que sepas
que son comestibles) y sobre todo no te la comas. Cuida bien lo que
recoges, sólo elige los ejemplares perfectamente sanos, la mayoría
de las intoxicaciones por setas son debidas a la ingestión de
ejemplares de setas comestibles en mal estado. Si quieres aprender
más sobre nuevas especies, coge 3 ejemplares enteros (de distintos
tamaños) de las setas que no conozcas y mételas en papel de plata
(evita que se junten con las setas seguras que llevas en la cesta) y
muéstraselas a un experto (llévalas a una asociación micológica).
No salgas solo al bosque. Lleva el móvil con carga. El mercado suele
ser un lugar seguro donde conseguir seticas.