martes, 7 de agosto de 2012

Coprinus comatus

COPRINUS COMATUS
Fotos, Felipe Trompeta de la Muerte.
El título de la música es: Pata, pata, interpretada por Perico Sambeat, saxo alto, Javier Colina, contrabajo y Marc Miralta, batería.

Crece desde primavera a otoño después de las lluvias en terrenos removidos, graveras, cesped o en márgenes de caminos. El sombrero puede alcanzar los 15 cm y el pie los 12 cm (hueco). Sus láminas están muy prietas y cuando está fresco son blancas, van pasando a rosa y finalmente negras. La cutícula es blanca con escamas fibrosas, el centro (parte de arriba) es lisa de color beig o marrón claro. Se ha averiguado que el comatus en su biología molecular es más cercana a los Agaricus (champiñones) que a los coprinos, no te extrañe que un día de estos lo veamos clasificado como un champiñon.
Se puede llegar a confundir (si no se conoce) con el Coprinus atramentarius, que si bien se puede comer, se vuelve tóxico si se mezcla con alcohol, incluso días después de su ingesta, el atramentarius es liso y de un color grisáceo.
El Coprinus comatus es una de las setas que más me gustan. Una de sus características es que cuando envejece va soltando un líquido de color negro, una tinta que en su tiempo se utilizó para escribir. Sólo se come el sombrero y sólo cuando sus láminas son totalmente blancas (recordar que la mayoría de intoxicaciones son debidas al consumos de setas en mal estado). Se puede recolectar girándolo (el sombrero), entonces oirás un “crick” o “crack”, sonido característico que se produce cuando se separa de su pie.
 Es una seta que se estropea con facilidad y difícil de conservar, por lo cual es aconsejable recolectarla cuando acabes la jornada setera o llevar una neverita con hielo. Yo la conservo congelándola de la siguiente manera: poner una sartén con dos gotas de aceite a fuego no muy fuerte, cuando esté caliente echar los Coprinus (sólo los que tengan las láminas totalmente blancas), empezarán a soltar agua, esta agua la retiras, volverá a soltar un agua que volverás a retirar, sacas las setas, las dejas enfriar y las congelas; el agua de la deshidratación también la congelo en una cubitera y va de perlas para hacer cualquier arroz (no pasarse de cubitos ya que dan mucho sabor).
Cuando empecé a salir en busca de setas, encontré un lugar donde se daban a centenares (los Coprinus), al año siguiente salieron muchos menos y así sucesivamente, actualmente en este lugar suelo encontrar media docena al año. El sitio en cuestión da otro tipo de setas (muchas y muy ricas). Para llegar al sitio, se coge la autovía, cuando llevas un rato giras a la derecha y después de otro rato, en un punto kilométrico determinado, verás un camino, te metes en él y andas unos cien metros, te internas en el bosque y, si miras bien, volverás con un montón de setas.


No recolectar ni comer setas que no conozcas o haya identificado un experto (si se las llevas a un experto, asegúrate que lo es, te va la vida en ello).

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