COPRINUS COMATUS
Fotos, Felipe Trompeta de la Muerte.
El título de la música es: Pata, pata, interpretada por Perico Sambeat, saxo alto, Javier Colina, contrabajo y Marc Miralta, batería.
Crece
desde primavera a otoño después de las lluvias en terrenos
removidos, graveras, cesped o en márgenes de caminos. El sombrero
puede alcanzar los 15 cm y el pie los 12 cm (hueco). Sus láminas
están muy prietas y cuando está fresco son blancas, van pasando a
rosa y finalmente negras. La cutícula es blanca con escamas
fibrosas, el centro (parte de arriba) es lisa de color beig o marrón
claro. Se ha averiguado que el comatus en su biología molecular es
más cercana a los Agaricus (champiñones) que a los coprinos, no te
extrañe que un día de estos lo veamos clasificado como un
champiñon.
Se
puede llegar a confundir (si no se conoce) con el Coprinus
atramentarius, que si bien se puede comer, se vuelve tóxico si se
mezcla con alcohol, incluso días después de su ingesta, el
atramentarius es liso y de un color grisáceo.
El
Coprinus comatus es una de las setas que más me gustan. Una de sus
características es que cuando envejece va soltando un líquido de
color negro, una tinta que en su tiempo se utilizó para escribir.
Sólo se come el sombrero y sólo cuando sus láminas son totalmente
blancas (recordar que la mayoría de intoxicaciones son debidas al consumos de setas en mal estado). Se puede recolectar girándolo (el sombrero), entonces oirás
un “crick” o “crack”, sonido característico que se produce
cuando se separa de su pie.
Es una seta que se estropea con facilidad
y difícil de conservar, por lo cual es aconsejable recolectarla
cuando acabes la jornada setera o llevar una neverita con hielo. Yo
la conservo congelándola de la siguiente manera: poner una sartén
con dos gotas de aceite a fuego no muy fuerte, cuando esté caliente
echar los Coprinus (sólo los que tengan las láminas totalmente
blancas), empezarán a soltar agua, esta agua la retiras, volverá a
soltar un agua que volverás a retirar, sacas las setas, las dejas
enfriar y las congelas; el agua de la deshidratación también la
congelo en una cubitera y va de perlas para hacer cualquier arroz (no
pasarse de cubitos ya que dan mucho sabor).
Cuando
empecé a salir en busca de setas, encontré un lugar donde se daban
a centenares (los Coprinus), al año siguiente salieron muchos menos
y así sucesivamente, actualmente en este lugar suelo encontrar media
docena al año. El sitio en cuestión da otro tipo de setas (muchas y
muy ricas). Para llegar al sitio, se coge la autovía, cuando llevas
un rato giras a la derecha y después de otro rato, en un punto
kilométrico determinado, verás un camino, te metes en él y andas
unos cien metros, te internas en el bosque y, si miras bien, volverás
con un montón de setas.
No
recolectar ni comer setas que no conozcas o haya identificado un
experto (si
se las llevas a un experto, asegúrate que lo es, te va la vida en
ello).
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