lunes, 9 de noviembre de 2015

BOLETOS TÓXICOS





Estamos en otoño, la época donde la gente más sale al bosque a por setas, por lo cual el momento donde más intoxicaciones se producen. Nunca viene mal tener en cuenta algunas cosas y andar con máxima precaución.
Una de las setas más ansiadas, buscadas y recolectadas son los Boletus, pero aunque es un género que da pocos individuos tóxicos, también los tiene y en estos alguno de estos me voy a centrar. Por lo pronto los edulis se pueden confundir con cierta facilidad con el Boletus felleus, que tiene también la carne blanca inmutable, aunque con la edad acoge tonos rosados que provienen de las esporas de esta seta (que son de color rosa). En teoría el felleus no es tóxica, pero es muy amarga y cualquier cosa que cocines con ella acabará en la basura. Bueno, yo quiero preveniros de otros Boletus, no por que sean difíciles de distinguir, ya que siguiendo una sola premisa se puede evitar cualquier intoxicación. Voy al grano que me lío. Creo. Quiero hablar del Boleto satanás y sus amigos. Primero voy a describir del satanás para que siguiendo estos cánones no se os ocurra recolectarlos, sólo admirarlos (a mí me gusta mucho verlos). El sombrero puede alcanzar grandes dimensiones, hasta más de 25 cm. en principio globoso, después extendido, irregular, abollado, de aspecto compacto, carnoso. Su cutícula (pielecilla del sombrero) no es separable, aterciopelada y mate, su color varía desde blanco sucio, gris ceniza, crema o verdoso. Tiene tubos cortos, finos y separables, amarillos que azulean al corte. Poros estrechos, primero amarillo vivo que se vuelven rápidamente de tono anaranjado o rojo ladrillo a partir del centro, más claro en el margen (amarillo). Su pie es robusto, en ocasiones incluso más ancho que largo, más estrecho en los extremos, amarillo en lo alto (en ocasiones en la base también), rojo en el centro con retícula hexagonal en la parte alta. Carne firme espesa que enseguida se vuelve blanda, de color blanca o blanca amarillenta que azulea de inmediato con el contacto con el aire en tiempo húmedo, cuando el tiempo es seco azulea muy poco o nada. Sabor dulce (no probarlo) y olor débil, fétido con la edad.
Esta seta aún llamándose satanás, no es mortal en personas sanas, aunque hace cuatro o cinco años hubo una intoxicación masiva (supuestamente de este Boletus) y estuvieron varios días en el hospital, no volví a leer nada de aquella noticia por lo que no sé que secuelas les quedaron a los ingresados y si les afectó en algún órgano vital.
El consejo que te quiero dejar hoy es este, la premisa a seguir (es la que yo sigo y me parece razonable) es la siguiente: no recolectar boletos de poros rojos. Casi todos los boletos de poros rojos son tóxicos, incluido el Boletus erythropus (boletus de pie rojo) en crudo. Además los que se consideran comestibles son de difícil identificación y te pueden llevar fácilmente a la confusión. Mi idea es que habiendo tantas setas inconfundibles en el bosque ¿para qué arriesgar? Creo firmemente que no es mal consejo eliminar este grupo de boletos de nuestras recolecciones. Sé que a muchos no les gustará este consejo, ya que el erythropus es un boleto bastante consumido, pero a mí, particularmente, no me gusta tanto. Creo.


Recuerda que hay setas mortales y otras muchas muy tóxicas. Si no conoces bien la seta que tienes delante no la recolectes (en todo caso sepáralas de las que sepas que son comestibles) y sobre todo no te la comas. Cuida bien lo que recoges, sólo elige los ejemplares perfectamente sanos, la mayoría de las intoxicaciones por setas son debidas a la ingestión de ejemplares de setas comestibles en mal estado. Si quieres aprender más sobre nuevas especies, coge 3 ejemplares enteros (de distintos tamaños) de las setas que no conozcas y mételas en papel de plata (evita que se junten con las setas seguras que llevas en la cesta) y muéstraselas a un experto (llévalas a una asociación micológica). No salgas solo al bosque. Lleva el móvil con carga. El mercado suele ser un lugar seguro donde conseguir seticas. 

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