Los
que me conocéis ya sabéis que estoy muy a favor del cultivo de
setas, me parece un método seguro, higiénico y que podría acabar
con el ataque masivo que soportan algunos bosques y las
intoxicaciones.
Hace
tiempo que el poder cultivar colmenillas es posible, pero era
inviable por su complicación. La primera vez que se consiguió su
cultivo con garantías fue en 1980 en un laboratorio californiano.
Ahora sé que recientemente se están cultivando en Japón, China y
Estados Unidos, he visto fotos y es espectacular, la verdad es que no
sé que tipo de método utilizan. También hay varias formas de hacer
que crezcan en más cantidad en algún setal que ya conozcas (eso se
puede hacer también con otras setas, algún día hablo de ello).
Pero hoy voy a dejar una forma de cultivo que ha sido tradicional en
alguna zona de Europa por aficionados que aseguran que funciona, o
que han visto como otros lo hacían o han oído hablar de ello, vamos
que muchos datos sobre el asunto no hay, a mi me lo contó una
persona que creo que sabe de que habla, según el propio confidente
es un método sin ninguna garantía de éxito, pero puede ser
divertido intentarlo, si tienes algún trozo de terreno (supongo que en calcáreo y con cierta humedad). Este
procedimiento, me dijo el informador, data de 1889 (quizá más). Hay
que plantar vegetales ricos en insulina, como por ejemplo alcachofas,
en este mismo terreno en mayo o junio echar fragmentos de colmenillas
frescas o secas, Morchellas procedente de la zona (quizá también
funcione con seticas de otros lugares, si es que funciona). A
principios de otoño, incorporar entre las alcachofas una capa de
residuos vegetales, por ejemplo los sobrantes de hacer vino o
peladuras de manzanas, cubrir un centímetro, después de unos 10
días cubrir con hojas de castaños o chopo, cubrir a su vez con
ramas para evitar que el viento se lleven las hojas. Después de un
año, a principios de abril (si no ha llovido se puede regar durante
el mes de marzo) retirar las ramillas y las hojas. Con un poco de
suerte a los pocos días saldrán las ansiadas colmenillas.
Cuando
alguien me cuenta algo totalmente convencido me llama la atención.
Un día os cuento otro curioso para los Cantharellus. Jijiji.
Recuerda
que hay setas mortales y otras muchas muy tóxicas. Si no conoces
bien la seta que tienes delante no la recolectes (en todo caso
sepáralas de las que sepas que son comestibles) y sobre todo no te
la comas. Cuida bien lo que recoges, sólo elige los ejemplares
perfectamente sanos, la mayoría de las intoxicaciones por setas son
debidas a la ingestión de ejemplares de setas comestibles en mal
estado. Si quieres aprender más sobre nuevas especies, coge 3
ejemplares enteros (de distintos tamaños) de las setas que no
conozcas y mételas en papel de plata (evita que se junten con las
setas seguras que llevas en la cesta) y muéstraselas a un experto
(llévalas a una asociación micológica). No salgas solo al bosque.
Lleva el móvil con carga. El mercado suele ser un lugar seguro donde
conseguir seticas.
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